miércoles, 27 de noviembre de 2013

El Sacerdote Salesiano Vicente Martínez Torrens en las Islas Malvinas

Dios en las Trincheras 

"Comodoro Rivadavia amaneció esplendorosa. Me levanté más temprano que lo de costumbre."


Las palabras pertenecen al inicio del diario de guerra del Sacerdote Salesiano Vicente Martínez Torrens.


Esa madrugada del 2 de abril de 1982 tropas argentinas desembarcaron y retomaron la soberanía de las Islas Malvinas.

Hasta ese momento Martínez se dedicaba a la docencia en el colegio Domingo Savio de C. Rivadavia y como párroco en la ciudad.

A las 11.00 de la mañana del 3 de abril se le comunicó que debía partir ese mismo día a Malvinas como ayuda espiritual a los soldados.




"Me quedé como el dicho popular 'desorientado como Adán en el día de la madre'. Lo único que resultaba claro es que me iba a Malvinas".

Desde ese momento y hasta varios días después  del cese de las hostilidades el Padre Vicente  hizo de ayuda espiritual a los soldados durante el conflicto. 

Llevará desde el principio hasta el 29 de octubre de 1982 un diario de guerra que durante el aniversario de los 25 años de la gesta se publicó cómo libro titulado "Dios en las Trincheras".
Sería el testimonio, suyo y de varios combatientes, completamente vivencial, libre de virajes políticos y bélicos. Sólo la vida y apreciaciones diarias se reúnen en sus páginas.




En el diario se relatan entre otras cosas el rescate a la bandera histórica del del R I 4 Monte Casero. La insignia presenció combates en 150 años.

Tres días después de la rendición, el cura recibió por uno de los soldados un paquete. 
"Padre usted es el único al que puedo encomendar esto, no puede caer en manos enemigas." Cuando abrió el paquete se encontró con una bandera.
Para evitar los severos controles ingleses Martínez se escabulló hasta el remolcador Yeguin que lo llevó hasta el rompehielos Irizar.

La frase que lo inspiraría durante su aventura sería:

"Cuando una bandera se pierde en guerra, no se repone, se reconquista".

Cuatro meses después la bandera regresaría triunfante al asta desnuda que la esperaba para flamear en el mismo lugar donde en 1814 había sucedido el sitio de Montevideo.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Teatro Neuquino


"El teatro exterioriza emociones"

Élida Inés Nahuelcheo es actriz y ha participado en 8 obras teatrales a lo largo de su carrera. Desde muy chica, cuando apenas tenía 9 años, sabía que el teatro era su pasión. “Me di cuenta que me gustaba el arte y la música pero no tuve el apoyo de mis padres” sostuvo la actriz de 43 años.   
Su vida continúo pero nunca olvidó el sueño de ser actriz. Fue así que a los 18 años, ya en la facultad retomó lo que en algún momento, por no contar con el sostén familiar, debió abandonar. “Retomé el teatro cuando cursaba el Profesorado en Jardín. El taller de estético expresivo lo cursé dos veces porque me gustaba mucho lo expresivo” resaltó Élida.

Año tras año postergó la carrera de teatro por problemas personales sin embargo, nunca dejó de perfeccionarse. Ante esto, la actriz de Las Criadas expresó: “Trato constantemente de hacer seminarios, aunque en ocasiones los seminarios se tornan monótonos y no vale la pena hacer algo que ya sabés”.
Hoy participa activamente en El Arrimadero Teatro junto a Gustavo Lioy y desde el año 2000 no ha parado de asistir a talleres y capacitaciones tanto en Río Negro como en Neuquén.

“Yo voy relacionando la vida diaria con el teatro. Hay que tomar la vida con mucho humor” resaltó Nahuelcheo y agregó que hay que estimular a todo aquel que le guste la actuación, el canto, el teatro o cualquier expresión artística porque a partir de ello “podés sacar muchas cosas malas que tenés guardadas y que a uno le hacen mal”.  


 “El teatro debe complementarse y ser incorporado en las escuelas primarias y secundarias”. 


Teatro y... mucho más

Élida no duda de que el teatro tiene una adrenalina especial que no ha encontrado en el cine. “Participé en un largometraje hace un año pero no es algo que me atrae. El cine es muy reiterativo”. Es por ello que apuesta continuamente al “vivo y directo del teatro” y continúa sumando espectáculos al curriculum. Ya ha participado en obras como: Loca por las plumas (comedia) junto a Ignacio Maccarone, El Cofre (infantil), Las Criadas, Hidrocéntricos a roscas, y  por último Celular, unipersonal en el cual interpretó a un varón.


“Las Criadas es una obra que tiene drama, tiene un trasfondo de diferencias sociales, problemas psicológicos, se trabajan las problemáticas sociales y psicológicas de muchas personas.” afirmó.  

Y esto no es todo. También realiza maquillaje artístico y estatuismo.Mirá las fotos que El Mecanógrafo Periodístico tiene para vos.






A continuación Élida Inés Nahuelcheo opina acerca del teatro de Neuquén. Mirá lo que dice




martes, 19 de noviembre de 2013

Eucalipto Blanco del Limay



Contra la corriente


 Esteban Robles junto a su hermano conformaron Eucalipto Blanco del Limay un grupo de futbol comunitario destinado “a los pibes del barrio”. No obtienen ganancia y dejan las puertas abiertas a todos los apasionados por el deporte. 



“El deporte siempre ha sido importante en nuestra familia. Nuestro padre era fanático del fútbol” recuerda Alberto, vicepresidente y director técnico de Eucalipto Blanco.

Hace 27 años comenzaron con las actividades, durante 10 años trabajaron ad honorem y sin recibir ningún tipo de ayuda de la sociedad, ni siquiera de los padres de los chicos. “Nuestro problema era ser egoísta. Pensás que quien viene a ayudarte viene con la intención de sacarte algo. Estábamos paranóicos” comenta Robles.

Pasaron los años. Los hermanos Robles cansados de trabajar solos se dan cuenta que era necesario abrirse a la comunidad. “Dejamos el miedo de lado y nos abocamos a trabajar en equipo con los padres de los chicos que vienen a jugar” resalta.

Robles afirma que “los medios bombardean con la idea de individualismo, sin embargo nosotros no estamos criados de esta manera. Buscamos en el futbol el compañerismo y la diversión”. 


Todo a pulmón


Esteban es muy consciente de lo que es ser comunitario. Sostiene que “el municipio de Neuquén no sostiene el fútbol” lo que dificulta construir la cultura futbolera.


Más allá de poca ayuda que reciben,  Eucalipto Blanco dejó en claro que el principal objetivo es el beneficio de los pibes porque “ellos van a hacer el cambio”. Son soñadores, creen en la solidaridad y manifiesta que “Neuquén necesita una institución que los represente”.

Por otro lado, iniciaron la adecuación de las instalaciones para, poder así, ingresar en la LIFUNE y no desaparecer como club comunitario. 

Si querés sumarte o simplemente conocer el Club Comunitario te brindamos la siguiente información:

lunes, 11 de noviembre de 2013

Laura Aguirre y su Misión de Paz

            AYUDAME A AYUDARTE

EL relato de la única civil invitada a una misión de paz en la historia de la ONU


Todos nacemos con una misión que debemos cumplir a lo largo de nuestra historia. Muchos no la llegan a conocer, otros van uniendo sus experiencias para resolver la gran incógnita y otros saben desde su primer día en la tierra cuál es la misión en el mundo.

Una historia que llega al corazón 

Laura Aguirre supo desde muy chica que su misión en el mundo era, es y será ayudar. En 2005 al cumplir 35 años recibe una invitación que le cambió la vida para siempre. Su amigo Hugo Peralta, Coronel del Ejército, la invita a participar como civil en las Misiones de Paz de Naciones Unidas.

El destino de Laura, a partir de ese momento y por dos meses, era Chipre."Llegué y vi a muchos musulmanes tomándome fotografías y yo les tomaba a ello. Fue muy loca esa situación”.


El tiempo fue tan tirano que en menos de 48 horas debió preparar su valija con ropa de invierno y tomar el vuelo a Aeroparque, luego a Ezeiza y por último, un avión directo a Italia. En cuestión de segundos la vida de Laura, una mujer con un sinfín de proyectos, dio un giro inesperado.




Tras 14 horas de viaje arriba a Larnaca. “LLegué y vi a muchos musulmanes tomándome fotografías y yo les tomaba a ello. Fue muy loca esa situación” expresó entre risas Laura.  En el lugar fue recibida por Hugo y los soldados y emprendió su viaje a Nicosia, el pueblo más cercano al campo Roca donde vivió dos meses. “El escenario durante el viaje no fue nada agradable. Los aviones corroidos y destruidos por el tiempo son parte del paisaje. Fue un impacto visual y emocional muy fuerte” contó “Afrodita” como la bautizaron los soldados  en su estadía por Chipre haciendo referencia al nacimiento de la diosa Griega.


Los días en la base 

Laura sabía que no iba a desempeñar tareas a la par de los soldados. Ella simplemente era una civil en busca de nuevas experiencias. El primer tiempo se dedico a la tarea de logística sin embargo, su personalidad inquieta y en busca constante de nuevos desafíos la llevaron a calzarse el traje de solado y ser uno más. “Fui una especie de psicólogo para los soldados. Vieron en mí un medio para canalizar sus sentimientos” expresó. 
  
Los días corrían, el miedo se podía oler en cada rincón de Chipre y la navidad de acercaba. “Salimos con la cuadrilla a buscar donaciones. Pediamos juguetes para llevar a los refugios o instituciones para los niños” comenta con voz quebrantada. Y agregó que ver a los chicos salir de los refugios- sin brazo, sin pierna- y sin embargo, con una inmensa sonrisa por nuestra visita fue muy fuerte.  “Besaban tus manos como si fueses un Dios. ¿Cómo es posible esto?” finalizó.

Fueron muchas las experiencias que Laura vivió en Chipre pero hay una, entre tantas otras, que resalta como la más traumática. “Lo que más te asusta es cuando hay llamado de radio para ir al campo. Generalmente los niños llevan a los animales a pastorear y los animales, sin saber,  tocan con sus pezuñas  una mina y las consecuencias son terribles” relata Aguirre. 



Con alegrías, tristezas, emociones fuertes, compañerismo, solidaridad y fortaleza pasaron los dos meses de Misión en Chipre. La experiencia transformó a esta mujer en una luchadora que sortea cualquiera sea el obstáculo que el universo conspire contra ella. Cada desafío, cada experiencia la hace más y más fuerte y, hoy, a meses de obtener su título de Licenciada en Comunicación Social espera por una segunda misión de paz porque gracias a ello su vida cambió para siempre.  “Esta situación de Chipre fue extrema” resaltó la estudiante y agregó: “Si me diesen a elegir, elijo una nueva misión de paz porque tu vida no vuelve a ser la misma”.

Hoy, Laura escribe para un blog “Ayudame a ayudarte” en el cual contínua con su misión de ayudar al prójimo y mantener informados a los lectores de las diferentes actividades solidarias que se desarrollan en la ciudad de General Roca y Neuquén. Además, está en la espera de la publicación de su libro Mision Utopía cuyo tema es la duda existencial del por qué y para qué venimos al mundo.

Mirá las fotos de Laura en Chipre en nuestra página de Facebook El Mecanógrafo Periodístico